La soga atada a la cintura
de un vestido. El cuerpo
va y viene o viene y va
corriente, en el agua
aguantame: el ancla lejos.
Hay en el océano
más de un lugar donde desa(r)mar-
sé de la pura sed
de mil diabólicos amares
amarillo mi sol: casi amaranjado.
A plena sal, plateada,
abandono un reflejo
que no me pertenece:
en la arena, la sombra
sombrilla aparente: una conquista esforzada
Lo oscuro se hace
propio, adentro
queda la tierra húmeda:
el talismán tragado
traga-monádas: el paladar apenitas oxidado
No vuelvo al puerto,
ni a mi ancla. Una pirata
coja, (casi y ni siquiera)
planchada y nómade
antes que hundida
huida hasta siempre: ni patria ni muerte
Cuando me canso, me trepo
como cangrejo a mi caracol
al fondo voy
y vuelvo, vuelvo y voy al miO
miocardio parapléjico: mira hacia Nunca Jamás
Nunca vuelvo del todo,
vuelvo de todo a mi vulva
informada e informal
eterno retoño de mi ombligo
obligado el exilio: la contradicción inminente
La soga atada a la cintura
de un vestido, el cuerpo
se amolda como agua
para el chocolate
chocolate derretido: a baño maría
Recorro lo que no tengo
tampoco soy, es un decir,
corro ligera y espesa
voy y vuelvo, nunca del todo.
1 comentario:
te extrañaba linda,
beso
jp.
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