domingo, 7 de julio de 2013

Luz mala


Ayer a la noche Hortensia se levantó con electricidad en las piernas y en las manos. Y un punto amarillo, fosforescente, en el medio de la panza. Poco más de 3 centímetros de diámetro. Se prendía y se apagaba. Convencida de que se había tragado una luciérnaga desdichada en algún bostezo alfa, no pudo más que pensar que se trataba de un mal augurio.