domingo, 18 de octubre de 2020

Reseña de breviario amarillo por Jorge Monteleone




En el antiguo mundo el breviario fue creado como un compendio de salmos, de oraciones, de relatos de vidas ejemplares para que todas las horas del día y las estaciones del año vivieran su liturgia. No había palabra que no consagrara un instante. De aquel gesto, este breviario de María Aranguren conserva en cada poema el destello de un momento. Pero cae la luz del tiempo sobre las páginas y las palabras. Esa luz las vuelve amarillas y en el color perdura, marca ardiente, el aura de lo que ha pasado: la extrañeza, la atención, la extravagancia del día. Y, sobre todo, el paso tenue de alguna belleza que casi nadie ve, porque al mismo tiempo es el ave y la letra y el breve son de la bilabial: “En el alambre / un benteveo vibra”.

En su escritura, la poeta aprendió del haiku japonés el ritmo concentrado del acontecer (“Tibio limón / curvando el destino / de una mano”) y del limerick inglés pulsó el absurdo de un acto inesperado: “Morder con la facilidad / de un caballo / no siendo / caballo”. La poeta contempla lo real como una extranjera que traduce a su lengua propia lo que damos por sentado en el idioma común: “Donde las plumas / tuercen los dedos. / Ahí, amanecer”. Y toma una instantánea de improviso y cambia la música de lugar: “En mi ciudad / los padres pasean / jaulas con animales / dorados”. Así la lengua misma se da vuelta como un guante que se mira del revés.

María Aranguren hace magia en la brevedad amarillista de este breviario: su poesía de lo mínimo incrementa y dilata el mundo.

Jorge Monteleone

sábado, 10 de octubre de 2020

Reseña de Rara Avis por Denise Griffith

UN BESTIARIO DE IMAGINACIÓN SIN LIMITES


En un minucioso despliegue de letras y palabras, la escritora e ilustradora María Aranguren muestra en Rara Avis (Wolkowicz, 2020) una imaginación sin límites. Con un diseño exquisito, entramos a un universo de criaturas extraordinarias con pinceladas de precisión formidable: se supone que cada especie nace, se reproduce y muere… Pero hay algunas adictas a fingir su muerte y, entre esas peculiaridades, también las hay amantes de la música.

Encontramos pasajes como los siguientes:

De cuerpo redondeado y extremidades cortas, los corocú muestran una sensibilidad especial a cualquier tipo de música presentando un erizamiento del pelaje y un movimiento pélvico que se amolda al ritmo dominante.

Según este grupo, el sueño no es más que un material donde puede ejercitarse cualquier conducta y luego ser trasladada a la realidad (…). Algunos de los defensores acérrimos de Freud argumentan que el sueño ya no solo sería la vía regia para el conocimiento del inconsciente, sino también para la manipulación de lo consciente.

Quisiera destacar que no es tan fácil adaptarse y regirse por las reglas del género de entradas de un bestiario fabulario y también diario. En este caso, el libro está integrado por veinticinco especies y además de sentir verdaderamente que vamos descubriendo el producto de una investigación, cuenta con voz propia, algo que más allá de los pasajes del diario suele ser difícil de lograr cuando se utiliza cierta terminología. Por otro lado, a los textos no les falta humor, de hecho, contienen referencias a Moulin Rouge, Los viajes de Gulliver, Alicia en el país de las maravillas, Stephen King, Edward manos de tijera, El señor de los anillos, entre otras, como un noble homenaje.

Estamos ante un hermoso libro para regalarle a alguien. En especial, si se piensa en una persona sensible que se deja maravillar por cada detalle que la rodea o que conserva su niño interno. Es toda una experiencia atravesar las frondosas 115 páginas de este libro. Se trata, sin lugar a dudas, de un ejemplar especial, hecho con amor. Dedicarse a la contemplación y al mundo interior en un momento en el que todo parece atentar contra eso es un acto de valentía. Festejamos que siguen naciendo libros de fragilidad y encanto como estos.

Jueves. Por la noche.

¿Cómo se ama a un canario? ¿Cómo, a un conejo? Dicen que el lenguaje se pulveriza cuando se intenta describir la pasión amorosa, cualquiera sea su clase. Que las palabras no alcanzan para circunscribir la hinchazón del pecho, la incrementación del pulso. Tampoco alcanzan para exorcizar la pena.

Por la tarde

No estoy solo. O, en todo caso, no estoy más solo que un cascarudo, un camalote de río o una enana blanca. A mí me basta lo inmenso del azul del cielo, encontrarme piedras como pájaros, constatar la secreta fragilidad del invierno, el furioso despertar de la primavera, las impenetrables tormentas de tierra en los caminos del verano.


ESCRITO POR DENISE GRIFFITH

Escritora y editora argentina miembro de PEN internacional. Traductora literaria y técnico-científica graduada del IES en Lenguas Vivas "Juan Ramón Fernández". Publicó el poemario "Carencia" con Editorial Liberoamérica en 2019. Trabajó en el Ateneo Grand Splendid (una de las librerías más hermosas del mundo). Colaboró en diversas revistas digitales. Contacto: griffith.denise.03@gmail.com Instagram: @d.e.grifith