martes, 3 de febrero de 2009

Ámbar [o Diáspora]

La soga atada a la cintura
de un vestido. El cuerpo
va y viene o viene y va
corriente, en el agua

aguantame: el ancla lejos.

Hay en el océano
más de un lugar donde desa(r)mar-
sé de la pura sed
de mil diabólicos amares

amarillo mi sol: casi amaranjado.

A plena sal, plateada,
abandono un reflejo
que no me pertenece:
en la arena, la sombra

sombrilla aparente: una conquista esforzada

Lo oscuro se hace
propio, adentro
queda la tierra húmeda:
el talismán tragado

traga-monádas: el paladar apenitas oxidado

No vuelvo al puerto,
ni a mi ancla. Una pirata
coja, (casi y ni siquiera)
planchada y nómade
antes que hundida

huida hasta siempre: ni patria ni muerte

Cuando me canso, me trepo
como cangrejo a mi caracol
al fondo voy
y vuelvo, vuelvo y voy al miO

miocardio parapléjico: mira hacia Nunca Jamás

Nunca vuelvo del todo,
vuelvo de todo a mi vulva
informada e informal
eterno retoño de mi ombligo

obligado el exilio: la contradicción inminente

La soga atada a la cintura
de un vestido, el cuerpo
se amolda como agua
para el chocolate

chocolate derretido: a baño maría

Recorro lo que no tengo
tampoco soy, es un decir,
corro ligera y espesa
voy y vuelvo, nunca del todo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

te extrañaba linda,
beso
jp.