domingo, 10 de marzo de 2013

Nada nuevo bajo el sol






 todo es vanidad
y correr tras el viento

Eclesiastés 1.14.




La mayor parte del género humano no tiene remedio: gallo se despierta y cerdo sonriente se acuesta. Y poco tienen de malo estas mutaciones pedestres.
Lo malo está en lo puro de la especie Humala.
El cerdo que mezcla el maíz junto con la letra, la biblia y el calefón, y te canta un tango ahí cerquita del puerto. Una cerveza, y todo liso y manso. El río ya sucio le lava las manos: a qué calentar la pava, a qué rasgarse las vestiduras mamita linda, los críos ya verán… un tufillo por aquí, una remendadita por allá y todo llano…
Lejos del puerto, un gallo te ceba mate sentado a la sombra de la cooperativa y otro quiquiriquí se levanta, y vaya uno a saber cómo gallito encrespado se sube al caballo. Cerdito se baja, desensilla y se va derecho al almacén de don paladín. El vino contento lo espera para calmar la sed y alguna que otra tristeza, que el que corre durante el día, quiere sentarse durante la siesta.
He escuchado que el humano conquista el espacio. Eso dice la gente enterada. Clavan banderas y ponen satélites. Vamos a la luna Cohélet, pero otro humano no tiene ni moneda para el pan de la mesa. Y sé que estas comparaciones son sinsentido como sinsentido es lo Humalo. Se esmeran en la razoncita de por aquí la de por allá, la de arriba de la panza y la de abajo, pero después al meollo de la cuestión, que no que no, que nunca llegamos.
Es así, y la ciencia no dice mucho: “¿verdad que no?” “¿verdad que sí?” “¿verdad que no sabemos lo que está bien?”  “¿y es que acaso podemos saberlo?” Y todos los cerebros bullen Cohélet, tendrías que verlos bullir-bullir-bullir y, hasta bullen de buena voluntad puedo dar fe de eso, y hacen preguntas y preguntas que si vos las escucharas Cohélet te volverías a caer bien muerta en la tumba, si es que te espera alguna tumba.
Nada nuevo bajo el sol, nada nuevo
Pero lo mejor de lo mejor mi querida, son los cerdos y gallos que van bien suaves por la calle fumando su habano o su cigarrito en su mercedesvence, a discutir políticas de engaño y engaños de políticas. Los narquitos que trafican almas y los cucuruchos que se mean encima de niños y mujeres. Esa es la crema de nuestro humalobienhumalo porque decirle cerdo sería faltarle el respeto a las pobres bestias.
Nada nuevo bajo el sol, Cohélet, nada nuevo
Del saco azul del policeman y del amante
se cae un pañuelito blanco de vez en cuando
se derraman algunas lágrimas
Oh! qué vergüenza qué infamia qué mundo pueril qué injusticia
pero el cerdo y el gallo se planchan fácil: un poquito de quiquiriquí por acá, otro poquito de oink oink oink por allá y todos lisos y mansos… a qué arruinarse Cohélet

(para mi siempre serás una mujer aunque te prestes a hombre, qué importa!)
                                                                                                
a qué correr tras el viento
mi querida
este abismarse en una grieta que siempre puede calar más hondo y, sin embargo, ya ves,
seguimos acá, arañando paredes y pintándolas luego:

Nada nuevo bajo el sol
y el mismo desamparo en la planta de los pies.

No hay comentarios: